Israel hizo una denuncia contra el Gobierno sirio, acusándolo de cometer atrocidades contra la población alauita en medio de los enfrentamientos entre las milicias leales al exdictador Bashar al Assad y las fuerzas de las nuevas autoridades. El ministro de Defensa, Israel Katz, difundió un video que muestra a decenas de civiles muertos tras violentos choques armados, atribuyendo estas víctimas a Abu Mohamad al-Golani, quien asumió el liderazgo de Siria tras la caída del régimen.

En sus declaraciones, el funcionario señaló que Al-Golani, quien inicialmente se presentó como moderado, reveló su verdadero rostro como un terrorista yihadista de la escuela de Al Qaeda, cometiendo atrocidades contra la población civil alauita. Ante esta situación, Israel anunció que mantendrá su presencia en las zonas de seguridad y el Monte Hermón para proteger a las comunidades del Golán y Galilea de cualquier amenaza proveniente de Siria.

“Israel se defenderá ante cualquier amenaza procedente de Siria (…) y protegerá a las comunidades del Golán y Galilea. Nos aseguraremos de que el sur de Siria permanezca desmilitarizado y libre de amenazas, y protegeremos a la población drusa local: cualquiera que les haga daño se enfrentará a nuestra respuesta”, prometió Israel Katz.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos respaldó las acusaciones de Israel, informando sobre la ejecución arbitraria de al menos 69 personas de la minoría alauita en las localidades de Al Shir y Al Mujtariya. Estos hechos se han llevado a cabo en operaciones cerca de Latakia, en el oeste de Siria, como parte de importantes campañas de seguridad ordenadas por el nuevo Gobierno desde la caída de Al Assad.

Desde que el régimen de Al Assad fue derrotado el pasado 8 de diciembre por los rebeldes islamitas, el nuevo Gobierno -que prometió la inclusión de todos los sectores de la sociedad y el fin de los crímenes de la era dictatorial- ordenó importantes campañas de seguridad con el objetivo de erradicar los “restos del régimen” que aún pudiera haber en el país.

Los operativos se centraron, principalmente, en los bastiones alauitas, a la que pertenecía la familia de Al Assad, en el centro y el oeste del país, y ya han dejado al menos 147 muertos.

La comunidad internacional y la ONU han manifestado su profunda preocupación por el bienestar de la población civil, especialmente ante la difusión de videos que muestran masacres similares a las del pasado. El enviado de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, ha pedido a todas las partes en conflicto que se abstengan de acciones que puedan intensificar el conflicto y agravar el sufrimiento de las comunidades afectadas.

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