Tel Aviv.- El Ejército de Israel impactó al mundo este martes (8 de octubre de 2024) al afirmar que sus fuerzas aéreas llevaron a cabo con éxito la eliminación en Beirut de otro comandante de Hezbolá, identificado como Suhail Husein Huseini. Este trágico acontecimiento se suma a una serie de ataques fatales contra líderes del movimiento chií libanés, incluido el que fuera su máximo dirigente, Hasán Nasrala.

De acuerdo con el portavoz para medios árabes del Ejército israelí, Avichay Adraee, «aviones de combate llevaron a cabo una incursión precisa en Beirut» para llevar a cabo la operación. Sin embargo, no se especificó en qué día exactamente se llevó a cabo dicho ataque.

Según la información oficial proporcionada por el Ejército israelí, Huseini desempeñaba un papel crucial en la gestión logística y financiera de los proyectos más relevantes de Hezbolá. Este incluía la planificación de ataques en Siria y Líbano, así como la coordinación del tráfico de armas entre Irán y la milicia-partido libanesa.

Además, se destaca que Huseini estaba a cargo de la distribución de armamento avanzado entre las distintas unidades de Hezbolá, supervisando el transporte y la asignación de estas armas. Además, pertenecía al consejo de la Yihad, el máximo órgano de liderazgo militar de la organización.

Israel confirma la muerte de otro comandante de Hezbolá

En este contexto, Israel ya había afirmado el pasado 28 de septiembre haber «neutralizado» por completo a la cúpula militar de Hezbolá, tras el asesinato del líder supremo, Hasán Nasrala, en un bombardeo en Beirut. Este ataque, según el gobierno israelí, estaba en respuesta a una posible escalada de violencia coordinada por Irán.

Este tenso episodio ha provocado también la reacción de Irán, quien lanzó aproximadamente 180 misiles contra Israel el 1 de octubre, en represalia por los asesinatos de Nasrala y del líder de Hamás, Ismail Haniyeh. Esta confrontación es la segunda desde que, en abril pasado, Irán lanzara misiles y drones contra bases aéreas israelíes como reacción a la muerte de siete miembros de la Guardia Revolucionaria en el consulado iraní de Damasco.

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