Tel Aviv.- El gabinete de seguridad israelí tiene previsto decidir este martes si acuerda un alto el fuego con Hezbolá en Líbano, después de dos meses de guerra abierta con el movimiento islamista proiraní. Pese a ello, Israel sigue bombardeando los bastiones de Hezbolá, en particular en los suburbios del sur de Beirut. El lunes al menos 31 personas murieron en todo el país, según las autoridades.

La tensión entre Israel y Hezbolá ha llegado a un punto crítico luego de meses de enfrentamientos y guerras abiertas. Según el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, Israel «no tiene excusa» para rechazar un alto el fuego. Mientras tanto, la ONU ha reiterado su llamado a un «alto el fuego permanente» en Líbano, Israel y también en la Franja de Gaza.

El martes por la tarde, el gabinete de seguridad israelí se reunirá para discutir el acuerdo propuesto. John Kirby, portavoz de la Casa Blanca, afirmó que creen que están cerca de llegar a un acuerdo. Sin embargo, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, advirtió que su país actuará con fuerza en caso de violación del posible pacto.

De acuerdo con la web estadounidense Axios, el acuerdo se basa en un proyecto estadounidense que prevé una tregua de 60 días durante la cual Hezbolá y el ejército israelí se retirarían del sur de Líbano para permitir que las tropas libanesas se desplieguen en la zona. Estados Unidos habría dado garantías sobre su apoyo a las acciones militares israelíes en caso de actos hostiles de Hezbolá. La mediación se basa en la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la anterior guerra entre Israel y Hezbolá en 2006.

Israel busca neutralizar al movimiento chiita en el sur de Líbano para asegurar su frontera y permitir el regreso de 60,000 residentes desplazados. Mientras tanto, el Ministerio de Salud libanés reporta casi 3,800 personas muertas en el país desde octubre de 2023, la mayoría desde septiembre. En el lado israelí, 82 militares y 47 civiles han perdido la vida en 13 meses.

Además, el ejército israelí continúa sus ataques contra la sitiada Franja de Gaza, donde 11 personas murieron el martes de madrugada, según la Defensa Civil. Los desplazados intentan protegerse de la lluvia con medios insignificantes mientras la violencia persiste en la región.

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