El conflicto entre Israel y Hamás se ha prolongado durante 13 días, y desde el interior de la Franja de Gaza se informa de una creciente destrucción y un alto número de víctimas que ha dejado sin espacio a las morgues.

Día y noche, misiles y cohetes cruzan el cielo, apuntando a menudo al lado palestino.

Israel, con su eficaz escudo antimisiles, ha logrado interceptar la mayoría de los ataques de Hamás.

Sin embargo, en Gaza, los bombardeos no respetan refugios, hospitales ni viviendas.

La población civil en Gaza sufre la peor parte de este conflicto.

Los habitantes locales, como Sami Zanoun de Rafah, expresan su frustración y consternación por la pérdida de vidas, especialmente las de niños, mujeres y ancianos.

Califican estos acontecimientos como crímenes horribles y cuestionan la ausencia de protección de los derechos humanos.

Israel y Hamás: el conflicto continúa después de 13 días

Las cifras de muertos han aumentado drásticamente, y las morgues en Gaza están desbordadas.

Algunos cuerpos esperan ser identificados en camionetas de helados, un contraste irónico con las imágenes de niños felices en los carteles.

Aquellos que logran encontrar a sus seres queridos muertos los entierran en cualquier lugar disponible.

Mientras tanto, Egipto está preparando la entrada de ayuda humanitaria para este viernes a través del cruce de Rafah.

Las condiciones en Gaza son desesperadas, con una falta de necesidades humanas básicas, como electricidad y agua potable.

En paralelo, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Galant, visitó a las tropas desplegadas a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza y dio órdenes precisas para una inminente invasión.

La situación ha llevado a Estados Unidos a emitir una alerta mundial de seguridad para sus ciudadanos debido al aumento de las tensiones en varias partes del mundo.

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