El equipo de campaña del presidente estadounidense Joe Biden sigue firme en su decisión de no retirarse de la contienda electoral, a pesar de la creciente presión por parte de destacados demócratas que abogan por que reconsidere su candidatura de cara a las elecciones de noviembre en Estados Unidos. Aislado en su hogar de playa en Delaware mientras se recupera de una infección por covid-19, el círculo cercano de asesores de Biden se ha reducido aún más, lo que plantea interrogantes sobre su futuro político.

La presidenta de la campaña, Jen O’Malley Dillion, reconoció una disminución en el apoyo al presidente, pero reafirmó que están totalmente comprometidos con la contienda electoral y confiada en que hay múltiples caminos para vencer al actual presidente, Donald Trump. Por su parte, el expresidente Barack Obama ha expresado su preocupación y la presidenta emérita de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha sugerido en privado a Biden que su retirada podría ser beneficiosa para evitar posibles pérdidas electorales del partido en noviembre.

La presión de los líderes demócratas

La presión sobre Biden ha aumentado con figuras prominentes como el senador Jon Tester y varios congresistas demócratas pidiendo al presidente que considere dejar su candidatura a favor de nuevos líderes demócratas que puedan enfrentar con éxito a Trump en las elecciones. A pesar de esto, Biden ha recibido un importante respaldo del Caucus Hispano del Congreso, que ha destacado el compromiso del presidente y la vicepresidenta Kamala Harris con la comunidad latina y ha subrayado la importancia de la elección actual para esta población.

En medio de este escenario, los demócratas están contemplando la posibilidad de que Biden dé un paso al costado a favor de un nuevo candidato presidencial antes de la convención del partido a finales de mes en Chicago. La incertidumbre política y las divisiones internas en el partido demócrata marcan estos días cruciales previos a las elecciones de noviembre, con una mayoría del partido creyendo que la vicepresidenta Harris sería una buena presidenta y una fuerte competidora contra Trump. A pesar de la presión y las críticas, el equipo de campaña de Biden insiste en que seguirán avanzando con su plan para la contienda electoral y confía en que el presidente tiene las capacidades necesarias para liderar el país en un segundo mandato.

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