El líder norcoreano, Kim Jong Un, sorprendió al anunciar este lunes la retirada del monumento arco dedicado a la reunificación de la Península de Corea, erigido por su padre Kim Jong Il, calificándolo de «monstruo a la vista».

Esta declaración se suma a una serie de mensajes belicosos y un cambio en las políticas de reconciliación con Corea del Sur.

Durante un discurso en la Asamblea Popular Suprema en Pyongyang, Kim declaró la abolición de todas las agencias para promover la cooperación con Seúl y llamó al Sur el «enemigo principal e invariable».

Esta medida incluye la destrucción del «Monumento a las Tres Cartas para la Reunificación Nacional», un símbolo de los esfuerzos de unificación de Kim Jong Il y Kim Il Sung.

Expertos consideran que este cambio en la retórica y la demolición del monumento indican una ruptura con las políticas de reunificación establecidas por generaciones anteriores de líderes norcoreanos.

Kim Jong Un ha reafirmado que no busca la guerra, pero advierte que no la evitará si es provocado.

La escalada de tensiones se evidenció también con pruebas militares recientes, incluyendo el lanzamiento de proyectiles y un misil balístico hipersónico.

El líder norcoreano, además, anunció la abolición de agencias de cooperación económica con Corea del Sur.

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