Gustavo estaba trabajando en su taxi cuando cuatro menores de edad le hicieron la parada; este frenó y los  dos adolescentes y dos niños le pidieron que los trasladara a un hospital.

Desde ese instante, el chofer presintió que algo no iba a salir bien. Y su instinto no le falló: se salvó de milagro de que le robaran y pegaran un tiro. Durante el viaje rogó que en algún sitio estuviera el control policial.

Al llegar a esa zona, los efectivos hicieron descender a los menores y cuando comenzaron a controlarlos, uno de ellos desenfundó un arma y les apuntó. Finalmente quedaron detenidos.

“Ya los están entrenando”, lamentó el taxista. Todo sucedió el fin de semana, pero las imágenes se difundieron ahora. Las cámaras del 911 registraron el momento en que el menor amenazó a punta de pistola al agente y se resistió a ser arrestado.

Gustavo reveló que comenzó a indagarlos y los pasajeros, que en realidad eran ladrones, se contradecían en su relato.

“En avenida Patria observo por el espejo que el de atrás me estudiaba demasiado”, recordó. El chofer confesó que “la adrenalina empezó a subir”, al igual que los nervios. Pero pudo contener la compostura.

Los policías les incautaron dos armas, uno calibre 22 y otro 38. El conductor reconoció que se salvó por minutos: “Esta vez le hice caso a mi instinto. Alguna vez sentí lo mismo, no le di bolilla y me asaltaron. Ya tengo experiencia en esto”.

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