La industria alimentaria se muestra preocupada por la situación actual de los precios de los alimentos. Según el presidente de la patronal FIAB, Ignacio Silva, los precios “difícilmente van a bajar”, por lo que hace un llamado al nuevo Gobierno para reflexionar sobre la posibilidad de bajar el IVA en más categorías como medida para ayudar a este fin.

En una entrevista con EFE, Silva explica que aunque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha demostrado estar dispuesto a mantener la rebaja en alimentos básicos, pastas y aceites, considera que esta medida es insuficiente. Asegura que los costos siguen subiendo y los márgenes de las compañías se han visto erosionados, por lo que es necesario recuperarlos para poder seguir invirtiendo.

Silva destaca la importancia del consumo como motor de crecimiento económico y señala que es fundamental reflexionar sobre qué categorías se han visto afectadas por el IVA y si son las adecuadas.

Los costes de alimentos y las previsiones para el 2024

Desde FIAB no esperan grandes cambios en el corto plazo en materia de precios, aunque prevén un año mejor que el 2023, ya que hay costes que siguen aumentando, especialmente en el sector primario.

En relación a las previsiones para el primer semestre de 2024, se espera una estabilización de precios, con algunas categorías que bajarán y otras que subirán. Es importante tener en cuenta los costos de materiales auxiliares como plásticos y vidrios, ya que aún se desconoce cómo pueden afectar al mercado.

La colaboración con el nuevo Gobierno y el plan hidrológico

La industria alimentaria solicita al nuevo Gobierno una colaboración en todos los aspectos, algo que no ocurrió en la pasada legislatura y que generó dificultades. Además, se considera necesario frenar el exceso de legislación y plantear un plan hidrológico.

La campaña navideña se acerca y es un momento clave para el consumo alimentario. Según las previsiones, habrá categorías que sufrirán, pero se confía en un consumidor resiliente y optimista. Aunque la situación pospandemia haya alejado el espíritu del “carpe diem”, el consumidor español tiene muchos motivos para celebrar.

Para hacer frente a la inflación, muchos consumidores han optado por la marca blanca. Mientras tanto, las pymes del sector están sufriendo y disminuyendo sus beneficios, lo cual es sostenible a corto plazo, pero en el futuro dependerá de su capacidad para adaptarse y mantenerse competitivos.

La exportación alimentaria española también se ha visto afectada por esta situación, con una disminución en el volumen. Sin embargo, Silva no se muestra pesimista y considera que una vez superado este bache, se podría volver a ver crecimientos a doble dígito en el sector.

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