Emmanuel Macron, presidente de Francia, ha seleccionado a Gabriel Attal, actual ministro de Educación, como su nuevo primer ministro con el propósito de revitalizar su liderazgo en un año crucial que incluye elecciones europeas y los Juegos Olímpicos.

A sus 34 años, Attal se convierte en el primer ministro más joven de Francia y destaca como el primero en admitir abiertamente su homosexualidad.

Su nombramiento está en sintonía con la visión de Macron de impulsar un «rearme industrial, económico, europeo y cívico» durante su segundo mandato, enfrentando el desafío de contrarrestar el auge de la extrema derecha y consolidar la unidad en el oficialismo.

Gabriel Attal, reconocido por su papel en el Ministerio de Educación, ha desempeñado un papel clave durante sus seis meses en ese cargo, defendiendo una visión de la escuela basada en «derechos y deberes».

Su rápida ascensión desde secretario de Estado hasta primer ministro, así como su alineación con la derechización de la política de Macron, subraya la estrategia del presidente para mantener su liderazgo.

Attal, considerado un «buen alumno», asume el desafío de consolidar la unidad en el oficialismo y orientar el rumbo del segundo mandato de Macron, que ha enfrentado tensiones internas y la pérdida de la mayoría absoluta en 2022.

Sin embargo, la designación de Attal no está exenta de críticas, especialmente por parte de la líder de la ultraderecha, Marine Le Pen, quien denuncia el cambio como un «ballet pueril de ambiciones y egos».

Le Pen anticipa que el verdadero cambio en el gobierno comenzará con las elecciones al Parlamento Europeo en junio.

Las tensiones políticas y la necesidad de mantener la unidad en el oficialismo resaltan la complejidad de la situación política actual, donde la extrema derecha lidera en las encuestas para las elecciones europeas, lo que añade presión a la administración de Macron en un año crucial para su liderazgo.