Más de mil detenidos en Turquía tras protestas por el arresto de Ekrem Imamoglu
25/03/2025 - Hace 4 horas en InternacionalMás de mil detenidos en Turquía tras protestas por el arresto de Ekrem Imamoglu

Estambul, Turquía – Las autoridades turcas confirmaron que más de 1.100 personas fueron detenidas durante las protestas contra el arresto del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, una de las figuras más influyentes de la oposición turca y principal contendiente del presidente Recep Tayyip Erdogan en las elecciones presidenciales de 2028. Las manifestaciones, que comenzaron el miércoles pasado, se han extendido por al menos 55 de las 81 provincias del país, generando disturbios y una fuerte respuesta por parte de las fuerzas de seguridad.
De acuerdo con el ministro del Interior de Turquía, Ali Yerlikaya, un total de 1.133 personas fueron arrestadas hasta este martes debido a las protestas desatadas por la detención de Imamoglu, acusaciones que se consideran por muchos como una maniobra política para evitar su candidatura presidencial. El ministro añadió que algunos de los arrestados enfrentan cargos por insultar al presidente Erdogan y a su familia durante una protesta el lunes por la noche en la Plaza Saraçhane, en Estambul, cerca de la sede del ayuntamiento. Yerlikaya describió a los detenidos como “provocadores” y aseguró que las autoridades continuarán con las investigaciones para identificar a más participantes en los disturbios.
Según el diario BirGün, al menos 43 personas fueron detenidas en operativos realizados el martes en diferentes ciudades, incluidas Estambul, Ankara, Esmirna y Eskisehir, debido a los insultos proferidos contra Erdogan y su familia. Durante las manifestaciones del lunes en Estambul, la policía empleó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes, muchos de los cuales se refugiaron en las instalaciones del propio ayuntamiento. En otras ciudades, como Antalya, se utilizó cañón de agua para dispersar a los manifestantes, y más de 25 personas fueron detenidas.
Imamoglu fue arrestado el miércoles pasado y enviado a prisión preventiva el domingo tras ser acusado de corrupción y sobornos. Sin embargo, los líderes de la oposición, incluido el Partido Republicano del Pueblo (CHP), han calificado estas acusaciones como parte de un intento de impedir la candidatura de Imamoglu a la presidencia en 2028. De hecho, ese mismo domingo, el CHP designó a Imamoglu como su candidato único para las elecciones presidenciales de 2028, obteniendo el respaldo de más de 15 millones de votos.
El encarcelamiento de Imamoglu ha provocado una ola de protestas en todo el país, siendo las más grandes desde las manifestaciones del Parque Gezi en 2013. Estudiantes de universidades en Estambul y Ankara han llamado a boicotear las clases en señal de protesta, mientras que miles de ciudadanos participan en cacerolazos y apagones coordinados desde sus hogares. El lunes por la noche, miles de personas marcharon desde el barrio de Besiktas hasta la sede del ayuntamiento de Estambul en una manifestación que no pasó desapercibida para las autoridades locales. El gobernador de Estambul, Davut Gul, acusó a los manifestantes de causar daños a mezquitas y cementerios, advirtiendo que no se tolerará ninguna alteración del orden público.
La respuesta del gobierno turco ha sido ampliamente criticada por organizaciones internacionales. El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su preocupación por la situación y destacó la importancia de garantizar el derecho a la manifestación pacífica y la libertad de prensa en el país. A través de su portavoz, Guterres subrayó que los periodistas deben poder ejercer su labor sin temor a represalias.
En esta línea, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) denunció la detención de al menos diez periodistas en Estambul y Esmirna por cubrir las protestas, incluido un fotógrafo de la agencia AFP. RSF exigió la liberación de los periodistas detenidos y destacó que la libertad de prensa en Turquía está cada vez más en peligro. Por su parte, Amnistía Internacional condenó el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y pidió al gobierno turco que pusiera fin a la represión de los manifestantes.
Desde su prisión en Silivri, Imamoglu envió un mensaje a través de sus abogados, en el que reafirmó su determinación de no ceder ante lo que calificó como una “ejecución política sin juicio”. “No retrocederé ni un milímetro. ¡Ganaré esta guerra!”, afirmó en su mensaje, transmitiendo un fuerte desafío al régimen de Erdogan.
Por su parte, el presidente turco respondió a las protestas en un discurso televisado el lunes, acusando a la oposición de “jugar con los nervios de la nación” y de incitar a grupos “marginales” a enfrentarse con la policía. En un movimiento que refleja el control del gobierno sobre las plataformas de redes sociales, las autoridades han solicitado el cierre de más de 700 cuentas en la red social X, que según informaciones oficiales están relacionadas con la organización de las protestas.
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