Este sábado, las autoridades de Georgia anunciaron que más de 100 personas fueron detenidas en el segundo día de manifestaciones organizadas en contra de la decisión del gobierno de aplazar las conversaciones sobre la adhesión del país a la Unión Europea.

La tensión en el país del Cáucaso ha ido en aumento desde que a finales de octubre el partido gobernante, Sueño Georgiano, proclamara su victoria en las elecciones legislativas. Tanto la oposición como la presidenta del país, la proeuropea Salomé Zurabishvili, afirman que se cometió fraude en los comicios.

La tensión aumentó jueves, el gobierno, acusado de deriva autoritaria prorrusa, decidió postergar las negociaciones de adhesión a la UE hasta 2028, con la pretensión de que esta se efectúe en 2030. Esta decisión provocó la convocatoria de manifestaciones por parte de la oposición proeuropea en la capital, Tiflis, y otras ciudades del país, que han sido el escenario de enfrentamientos entre manifestantes y la policía antidisturbios.

Las protestas del viernes por la noche terminaron con 107 personas arrestadas por desobedecer las órdenes de la policía y actos de vandalismo, según informó el Ministerio del Interior. Los disturbios, que incluyeron el lanzamiento de huevos y bengalas por parte de los manifestantes, también dejaron diez empleados heridos del Ministerio del Interior.

La policía antidisturbios utilizó de nuevo gases lacrimógenos y cañones de agua contra los manifestantes, que respondieron lanzando huevos y prendiendo bengala.

De acuerdo con las autoridades, «diez empleados del Ministerio del Interior fueron heridos» en las manifestaciones del viernes. El jueves, 32 agentes habían resultado heridos y 43 manifestantes, detenidos.

Desde el exterior, varios países y organismos como Francia, Ucrania y el Consejo de Europa han llamado a la moderación y al respeto del derecho a manifestarse pacíficamente.

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