El presidente de Argentina, Javier Milei, decidió reemplazar a la ministra de Exteriores, Diana Mondino, luego de que el país votara a favor de una resolución en la Asamblea General de Naciones Unidas que insta a levantar las sanciones de Estados Unidos contra Cuba.

La decisión tomó por sorpresa a muchos en Argentina, dado el histórico alineamiento del Gobierno de Milei con Israel y Estados Unidos en materia de política exterior. Sin embargo, el mandatario criticó duramente a los regímenes de izquierda y se mostró en desacuerdo con la postura de Argentina en esta instancia internacional.

Nuevo canciller

El anuncio del nuevo canciller, Gerardo Werthein, fue realizado por el portavoz presidencial, Manuel Adorni, a través de la red social X. Werthein, un veterano empresario local y exembajador en Estados Unidos, ha sido designado para liderar la diplomacia argentina en tiempos de cambios y tensiones internacionales.

El voto de Argentina a favor de la resolución en la ONU generó polémica y críticas en el país sudamericano, especialmente por parte de la oposición liderada por la diputada Sabrina Ajmechet, quien expresó su desacuerdo con la posición oficial y celebró un «Gobierno que no banca ni es cómplice de dictadores».

Por su parte, Mondino no ha dado declaraciones sobre las razones de su salida del Gobierno, pero los rumores en la prensa local indican que la decisión estuvo directamente relacionada con el voto de Argentina en la ONU. El presidente Milei ha apostado por Werthein como sustituto, un hombre con experiencia en temas internacionales y un perfil más afín a su visión política.

Werthein, que además de empresario y diplomático es veterinario de profesión, ha ocupado cargos de relevancia en el ámbito deportivo nacional e internacional, lo que le otorga un amplio conocimiento en relaciones internacionales y negociaciones de alto nivel.

Con la designación de Werthein como nuevo canciller, Argentina encara un nuevo escenario en su política exterior y deja atrás viejas alianzas en busca de un posicionamiento más independiente y equilibrado en el contexto global.

La resolución aprobada por la Asamblea General contó con un amplio respaldo internacional, con 187 votos a favor, 2 en contra (EE.UU. e Israel) y 1 abstención (Moldavia). Se trata de un nuevo capítulo en la larga disputa entre Estados Unidos y Cuba, marcada por sanciones económicas que han afectado severamente la economía de la isla durante más de seis décadas.

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