Millones de botellas de agua de la marca Perrier, propiedad de Nestlé, fueron retiradas del mercado en Francia debido a la detección de contaminación fecal.

Esta acción preventiva se tomó para evitar posibles riesgos para la salud de los consumidores, generando preocupación y sorpresa entre los adeptos a esta marca de agua.

La contaminación se atribuyó a una «desviación microbiológica» en el contenido de las botellas, vinculada a un deterioro en la calidad del agua de uno de los pozos de la fábrica de Perrier.

Este deterioro fue resultado de las fuertes lluvias causadas por la tormenta Mónica en la región de Gard, Francia.

Además, se señaló que los manantiales de agua mineral de Nestlé enfrentan contaminaciones recurrentes debido al uso de pesticidas y la presencia de bacterias fecales.

La presencia de enterococos intestinales y Escherichia coli en el agua contaminada podría llevar a complicaciones graves, como gastroenteritis, especialmente en grupos vulnerables como niños y personas mayores.

En medio de esta crisis, surgen alertas sobre la seguridad de otros productos y alimentos, como los pescados de ríos y lagos en Estados Unidos, enfatizando la necesidad de monitorear y regular la calidad del suministro de alimentos y agua a nivel global.

También te puede interesar: La NASA registra la aparición de un cometa durante el Eclipse Solar Total