El impacto de la economía que ha sufrido el mundo a raíz de la pandemia COVID-19, afecto directamente a la producción, creando trastornos en la cadena de suministro y en el mercado.

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Será muy difícil recuperar una economía global si hay muchos países en el mundo con una gran deuda. “Los países en desarrollo sólo pueden destinar una pequeña parte de su PIB (producto interno bruto) para hacer frente a las efectos de la pandemia COVID-19, y obviamente se ven mas afectados”.

Existen países al borde de la crisis, como Argentina, Ecuador y Líbano. Estamos en una situación en la que una minoría maneja a los políticos y no reconoce a las mayorías. El resultado de esto es una distorsión de la democracia.

 La producción china ya se ha visto sustancialmente afectada por el cierre de la provincia de Hubei y otras zonas, la desaceleración de este país tiene efectos en los exportadores a ese país.

Las perturbaciones temporales de los insumos y/o la producción puso en tensión a algunas empresas, en particular las que tienen una liquidez insuficiente. El consiguiente aumento del riesgo podría revelar que uno o más agentes clave del mercado financiero han adoptado posiciones de inversión que no son rentables en las condiciones actuales, lo que debilita aún más la confianza en los instrumentos y mercados financieros.