El lunes, las autoridades de Nueva York hallaron a 87 personas que vivían hacinadas en un sótano en el condado de Queens. Según informaron medios locales, estas personas fueron trasladadas a un refugio para migrantes de la ciudad.

En el edificio donde se encontraban, se podían ver numerosas bicicletas similares a las que usan los repartidores a domicilio, muchos de los cuales son migrantes que trabajan día y noche en las calles de la ciudad.

Nueva York lleva casi dos años enfrentando una crisis migratoria, debido al gran flujo de personas que llegan diariamente, la mayoría procedentes de la frontera sur del país. Ante esta situación, el Gobierno republicano de Texas ha implementado estrategias como enviar autobuses con migrantes a ciudades gobernadas por demócratas, con el fin de ejercer presión política.

Nueva York sin recursos

Una ley del siglo pasado en Nueva York obliga a las autoridades a ofrecer refugio a todos aquellos que lo solicitan, lo que ha llevado al Ayuntamiento a abrir múltiples centros y carpas gigantes para alojar a estas personas en distintas zonas de la ciudad. Sin embargo, el alcalde de la ciudad, Eric Adams, ha expresado su preocupación por la falta de recursos para hacer frente a esta situación.

Mientras tanto, algunos residentes han manifestado su descontento por la proliferación de refugios en la ciudad. En Queens, el mismo condado donde se hallaron a los 87 migrantes el lunes, varios vecinos han protestado después de que las autoridades anunciaran la ampliación de la capacidad de uno de los refugios, que actualmente alberga a 1,000 hombres solteros. El concejal Ed Braunstein declaró a la cadena FOX 5 NY que los habitantes del barrio ya han “cumplido su parte” en la crisis migratoria. “Estamos recibiendo un millón de nuevos residentes en esta comunidad. Los autobuses están llenos y las comunidades están preocupadas”, afirmó.

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