Desde el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero, nueve migrantes han muerto bajo custodia del Servicio de Inmigración. La información fue confirmada este miércoles por Todd Lyons, director interino de ICE, durante una comparecencia ante la comisión de presupuestos de la Cámara de Representantes del Congreso.

Lyons defendió las acciones de la agencia, afirmando que ICE "prioriza lo peor de lo peor", aludiendo a delincuentes, pandilleros y narcotraficantes entre los migrantes detenidos. Sin embargo, legisladores demócratas y defensores de derechos humanos denuncian detenciones indiscriminadas, realizadas incluso por factores superficiales como tatuajes, sin confirmar antecedentes delictivos reales.

"Lo que hemos visto bajo la administración de Trump debería provocar escalofríos a todos los estadounidenses", denunció la congresista demócrata Verónica Escobar durante su intervención en la audiencia legislativa. Escobar acusó a ICE de enfocarse en migrantes que no representan amenaza alguna, como estudiantes con visas, residentes legales o personas sin antecedentes penales.

Número de víctimas

Lauren Underwood, también congresista demócrata, cuestionó directamente a Lyons sobre el número de fallecidos, a lo que este respondió: "El total de muertes asciende a nueve". El funcionario defendió el accionar de su agencia y sostuvo que ICE opera con “transparencia” y realiza investigaciones sobre cada fallecimiento junto con autoridades locales.

"Tenemos algunos de los estándares de detención más altos", aseguró Lyons, aunque sus declaraciones no convencieron a gran parte del bloque demócrata presente en la sesión. Escobar también criticó la subcontratación de compañías privadas por parte de ICE, las cuales ofrecen servicios básicos como transporte, atención médica y alimentación en los centros.

A pesar de las promesas del gobierno de enfocarse en criminales peligrosos, organizaciones denuncian que miles de migrantes sin antecedentes son arrestados y deportados diariamente. Los opositores a estas políticas consideran que las recientes muertes revelan fallas estructurales graves en el sistema de detención migratoria estadounidense bajo la administración Trump.

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