Georgia.- Este domingo 29 de diciembre, Mijeil Kavelashvili, el nuevo presidente de Georgia, asumió el cargo en medio de una profunda crisis política que lleva más de dos meses en el país. Leal al partido gobernante, Kavelashvili sucedió a Salomé Zurabishvili, figura de la oposición proeuropea, en una breve ceremonia celebrada en el Parlamento.

Conocido por sus opiniones ultraconservadoras y antioccidentales, Kavelashvili tomó posesión del cargo en un momento de gran agitación política. Zurabishvili, que hoy dejó el palacio presidencial, continuó proclamándose como la «presidenta legítima» y prometió seguir luchando. Sin embargo, al menos dos mil manifestantes se congregaron para protestar contra la investidura de Kavelashvili.

Las elecciones legislativas del 26 de octubre desataron la crisis en Georgia, luego de que el partido Sueño Georgiano resultara victorioso, mientras la oposición prooccidental denunció fraude. Desde entonces, manifestantes han protagonizado protestas diarias en la capital, Tiflis, que se intensificaron tras el anuncio del nuevo gobierno de posponer la integración en la Unión Europea hasta 2028.

Por su parte, el partido Sueño Georgiano ha negado las acusaciones de fraude electoral y ha señalado a la oposición de intentar desencadenar una revolución financiada desde el extranjero. Un colegio electoral controlado por dicho partido designó a Kavelashvili como presidente el 14 de diciembre, a pesar de las continuas tensiones políticas en el país.

Podría interesarte:

• Tragedia aérea en Corea del Sur, un avión con 181 personas se estrella en el Aeropuerto de Muan
• Multitudes exigen la destitución de Yoon Suk Yeol en Seúl mientras crece la crisis política