En un trágico suceso cho personas perdieron la vida el pasado sábado en un ataque suicida perpetrado contra un puesto de control en el oeste de Pakistán.

Entre las víctimas se encontraban seis miembros de las fuerzas de seguridad pakistaníes, según informaron dos responsables de la policía y autoridades locales a la AFP.

El atentado ocurrió cerca de la ciudad de Mir Ali, en la región montañosa de Khyber Pakhtunkhwa, en la frontera con Afganistán. Según una declaración de un alto mando de la policía, que prefirió mantener el anonimato, detalló que «cuatro policías y dos miembros de las fuerzas paramilitares de fronteras» perdieron la vida en el incidente. Además, dos civiles también fallecieron a causa de la explosión.

El atacante, quien conducía un rickshaw, se aproximó al puesto de control y detonó los explosivos que llevaba consigo, causando la tragedia.

En el incidente Cinco personas resultaron heridas en el ataque, de las cuales tres se encuentran en estado crítico, según informó el mismo responsable de la policía.

Este no es el primer incidente de este tipo en la región, ya que en la noche del jueves al viernes diez policías pakistaníes fueron abatidos en un puesto de control en un ataque reivindicado por los talibanes pakistaníes.

La frontera con Afganistán se ha convertido en escenario de un aumento en los ataques por parte de grupos extremistas, especialmente los talibanes pakistaníes, quienes han intensificado sus acciones en la zona.

En este sentido, un pequeño grupo extremista se atribuyó la autoría del atentado a través de un comunicado enviado a la AFP.

Estos grupos, que comparten la misma ideología que los talibanes que retomaron el poder en Kabul en 2021, representan una amenaza constante para la estabilidad de la región, es por eso que las autoridades locales están trabajando en conjunto con las fuerzas de seguridad para esclarecer los hechos y llevar ante la justicia a los responsables de esta tragedia.

Mientras tanto, la población de Pakistán se encuentra consternada por este nuevo episodio de violencia que ha enlutado a varias familias y ha sembrado el miedo en la región.

El gobierno pakistaní ha reafirmado su compromiso de combatir el terrorismo y proteger a sus ciudadanos, aunque los desafíos en materia de seguridad persisten en un contexto marcado por la inestabilidad y la presencia de grupos radicales.

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