La Organización Mundial de la Salud (OMS) implementó nuevas medidas de recorte de gastos con el fin de garantizar su sostenibilidad financiera, tras la retirada de Estados Unidos en enero. De acuerdo con un memorando interno fechado el 10 de marzo y firmado por el subdirector general de la OMS, Raul Thomas, la organización estableció un límite de un año para los contratos de personal, como parte de un proceso de priorización de recursos.

Estados Unidos, que ha sido uno de los principales financiadores de la OMS, contribuyendo con alrededor del 18% de su presupuesto global, anunció su retiro bajo la presidencia de Donald Trump. Este cambio obligó a la agencia sanitaria internacional a buscar alternativas para mantener sus operaciones, dado que Washington ha sido un pilar esencial en su financiamiento desde su creación tras la Segunda Guerra Mundial.

Funcionarios de alto nivel de la OMS comenzaron un proceso de priorización de proyectos y actividades para garantizar que los recursos disponibles se destinen a las áreas más urgentes. El memorando destacó que este esfuerzo se lleva a cabo en un entorno “extremadamente fluido” y tiene como objetivo asegurar que la OMS mantenga su capacidad de generar un impacto duradero en la salud global.

Además, el personal de la organización está trabajando activamente en la obtención de financiación adicional de gobiernos, donantes privados y filántropos, aunque no se especificó si estos esfuerzos han dado resultados positivos hasta el momento.

Aunque no se han anunciado recortes inmediatos de personal, el memorando dejó claro que, debido a los desafíos financieros, “algunas decisiones difíciles son inevitables”.

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