Bruselas.- El aumento de las detenciones arbitrarias, la intimidación de opositores, los malos tratos bajo custodia y ataques contra pueblos indígenas indican que la situación de Derechos Humanos en Nicaragua ha empeorado de manera «grave» desde el año pasado, según un informe publicado recientemente por Naciones Unidas.

El reporte de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU-DH) emitió críticas en contra del gobierno del presidente Daniel Ortega por su actuación en contra de la oposición. Tras las protestas antigubernamentales de 2018, cientos de opositores han sido encarcelados y expulsados del país, mientras que se han retirado los registros a un gran número de organizaciones no gubernamentales, universidades y medios de comunicación.

Según el informe, en mayo de este año se encontraban bajo detención arbitraria unas 131 personas consideradas como opositoras, lo que representa un marcado aumento en comparación con las 54 personas de junio del año pasado, de acuerdo con reportes de la sociedad civil. Además, entre junio y julio del 2024 se llevaron a cabo otras 10 detenciones arbitrarias.

«Las autoridades continúan persiguiendo no solo a quienes expresan opiniones disidentes, sino también a cualquier persona u organización que actúe de forma independiente o que no esté directamente bajo su control», señala el informe de la ONU. Esto incluye a defensores de derechos humanos, medios de comunicación independientes, organizaciones no gubernamentales y a «cualquier otra entidad que abogue por cambios sociales o políticos sin supervisión gubernamental».

El reporte expone que se ha observado un aumento en las detenciones arbitrarias, la intimidación de opositores y los ataques contra pueblos indígenas, lo que refleja un deterioro significativo en la situación de los Derechos Humanos en Nicaragua.

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