La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) emitieron una alerta, advirtiendo que la inseguridad alimentaria empeorará en los próximos meses en diferentes regiones del mundo. Entre las principales preocupaciones se encuentran Gaza, Haití, Malí, Sudán y Sudán del Sur.

Según el informe semestral elaborado por ambas agencias con sede en Roma, los conflictos y la violencia armada son la principal causa de la situación de hambre extrema en estas regiones. Las condiciones meteorológicas extremas también juegan un papel importante, mientras que las desigualdades económicas y el endeudamiento elevado en países en desarrollo dificultan la capacidad de respuesta de los gobiernos.

El estudio destaca la necesidad de una acción humanitaria urgente para evitar la hambruna y la muerte en Gaza, Haití, Malí, Sudán y Sudán del Sur. Nigeria, Chad, Yemen, Mozambique, Birmania, Siria y Líbano también se encuentran en una situación preocupante.

El informe se enfoca en las «situaciones más graves» y revela que por segundo año consecutivo, la ayuda humanitaria se ha reducido. Esto genera un déficit de financiación superior al 75% en doce planes de acción para combatir la inseguridad alimentaria en países como Etiopía, Yemen, Siria y Birmania.

En la Franja de Gaza, un 41% de la población, unas 876.000 personas, se enfrentarán a niveles ‘urgentes’ de hambre (nivel 4) en el periodo estudiado y casi un 16%, unas 345.000 personas, llegarán al escenario de ‘catástrofe’, afirma el estudio. En Haití, la violencia armada, la crisis económica y los desastres naturales agravarán los niveles críticos de hambre.

Según el informe, casi la mitad de la población (5,4 millones de personas) se situará en un nivel agudo de inseguridad alimentaria. De ellos, dos millones llegarán al escenario de emergencia (nivel 4).

En Sudán y Sudán del Sur, los conflictos internos y las graves inundaciones han duplicado el número de personas en situación de inseguridad alimentaria. Las consecuencias de los conflictos van más allá de la destrucción de cosechas y la muerte del ganado, afectando también a los medios de subsistencia de la población.

Se teme que la posible reaparición del fenómeno meteorológico de  La Niña empeore más la situación en las regiones afectadas, generando sequías, inundaciones y olas de calor.

Ante esta situación, la ONU hace un llamado a la comunidad internacional para aumentar la ayuda humanitaria y tomar medidas urgentes para evitar una catástrofe humanitaria en Gaza, Haití y otras regiones afectadas.

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