Michigan, Estados Unidos.- El padre, Timothy Koets, enfrenta hasta 15 años de prisión por homicidio involuntario y abuso infantil por ahogar a su hijo con autismo, Samuel Koets.

El exprofesor de 51 años, fue sentenciado este lunes a un mínimo de dos años de prisión y un máximo de 15 años de prisión por inmovilizar los brazos de Samuel, entonces de 16 años, y provocar que se ahogara en la fría piscina en el patio trasero de la familia en marzo de 2019.

Timothy fue fichado en la cárcel del condado de Ottawa luego de su sentencia.

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«Sam tenía valor, y la sanción no restaurará a Sam, pero reconocerá que todos los humanos tienen valor, y debido a la negligencia que cometiste, un humano valioso ha perdido la vida», dijo el juez del Tribunal de Circuito del Condado de Ottawa, Jon Hulsing, en un declaración obtenida por Associated Press.

La muerte de Samuel fue uno de los muchos casos en los que el padre dejó al niño autista sin supervisión antes de ir a trabajar.

El día de su muerte, Timothy dijo que dejó a Samuel en la terraza de su patio trasero y despertó a la madre del niño, Michelle Koets, para avisarle antes de irse al trabajo.

Michelle, sin embargo, se volvió a dormir por el cansancio mientras trabajaba en el turno de noche como enfermera titulada el día antes de la muerte de su hijo.

Fue la hermana de Samuel, de 13 años, quien lo encontró en la piscina hasta el pecho y envió un mensaje de texto a su padre informándole. Luego pidió ayuda en la casa, pero Michelle no escuchó.

La niña de 13 años dijo que su padre la incitó a ir a ver a Samuel, refiriéndose a él como un «bicho raro». Ella regresó para encontrar que su hermano se había deslizado bajo el agua y luego fue a despertar a su madre.

Los intentos de reanimación de la madre fracasaron pues el joven ya había estado en la piscina helada durante una hora.

Timothy y Michelle explicaron a las autoridades que a menudo se sujetaba a Samuel por los brazos para evitar que se autolesionara y lastimara a otros.