Roma, Italia.- El papa Francisco criticó a quienes se manifiestan y protestan en contra de las medidas que se imponen para frenar la transmisión del nuevo Coronavirus, incluso en contra de algunos miembros de la Iglesia católica.

Aseguró que, algunas de las protestas durante la crisis sanitaria, ha suscitado el espíritu indignado del victimismo, pero esta vez se trata de gente que es víctima solo en su imaginación.

Esto lo expuso en la edición de 150 páginas del libro “Soñemos Juntos”, en donde también aseguró que la pandemia ha sido mejor gestionada donde las mujeres son primeras ministras o jefas de Estado.

Asimismo, indicó que, utilizar, ampliar o redimensionar una desgracia para posicionarse política o socialmente es también una forma grave de abuso que menosprecia el dolor de las víctimas, igual de condenable.

Agregó que, quienes reclaman, por ejemplo, que estar obligados a usar mascarilla es una imposición injustificada del Estado, y se olvidan y son indiferentes frente a aquellos que, por ejemplo, no cuentan con un seguro social o perdieron su empleo.

Finalmente, refiere como algunos grupos protestan al negarse a mantener la distancia, contra las restricciones de viaje, como si estas medidas pudieran constituir un ataque político a la autonomía o libertad individual, incluso lamentó que algunos curas y laicos den un mal ejemplo al perder el sentido de solidaridad y fraternidad con el resto de sus hermanos.

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