Ciudad del Vaticano.- En un acto de profunda reflexión y espiritualidad, el papa Francisco ha dedicado las meditaciones del tradicional vía crucis que se celebra hoy, Viernes Santo, en el Coliseo de Roma, a un llamado a la paz en un mundo marcado por la locura de la guerra y la violencia contra las mujeres.

Las catorce estaciones del vía crucis se convierten en un diálogo entre el Papa y Jesús, donde se abordan temas tan actuales como la infamia, el desprecio, la violencia contra las mujeres y la crueldad de la guerra. Francisco, en sus reflexiones, nos exhorta a reconocer la grandeza de las mujeres, quienes han mostrado fidelidad a Jesús en momentos decisivos y continúan siendo objeto de ultrajes y violencia hoy en día.

El Papa hace un llamado a la compasión, a la necesidad de llorar ante la dureza de corazón que impera en la sociedad. La octava estación, donde Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén, Francisco pide reconocer el sufrimiento de las mujeres que siguen siendo descartadas y maltratadas en la actualidad.

En su oración final, el Papa ruega por los hermanos y hermanas que sufren persecución, por aquellos que cargan con el peso de la guerra y por quienes buscan consuelo en medio de tantas cruces. En un mundo marcado por juicios temerarios, chismes y palabras ofensivas, Francisco pide a Jesús que le libre de tales actitudes y le guíe por el camino de la compasión y la mansedumbre.

El vía crucis del Coliseo dará inicio a las 21:00 hora italiana, con la presidencia del Papa desde la colina del Palatino.

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