En una inesperada movida, los partidarios del ex presidente de Bolivia, Evo Morales, han decidido levantar los cortes de ruta que mantenían en el país como señal de su intención de dialogar con el mandatario actual, Luis Arce.

Aunque dos vías menores aún permanecen bloqueadas, la mayoría de las carreteras que estaban interrumpidas han sido despejadas, lo que ha dado un respiro a las protestas que llevaban más de 20 días.

«Vamos a levantar momentáneamente los bloqueos«, declaró a los medios Elena Almendras, una dirigente de los cocaleros en el Chapare, donde Morales se encuentra en su quinto día de huelga de hambre.

Aunque han decidido mantenerse en vigilia, la decisión de levantar los bloqueos ha permitido una pausa en las manifestaciones que se venían realizando en apoyo a Morales.

El gobierno ha informado que las carreteras más importantes han sido despejadas y se puede circular con normalidad, aunque se han reportado algunas vías con piedras en el suelo que los conductores han tenido que esquivar.

Esta decisión llega después de que la policía despejara las vías más importantes del país, lo que fue debilitando las protestas hasta centrarse en el Chapare, que es un bastión de Morales.

Además, los seguidores de Morales han pedido la liberación de más de 40 manifestantes detenidos, aunque el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, ha señalado que no se negociará con «delincuentes«.

Por su parte, Morales ha pedido la mediación de organismos internacionales para resolver la situación.

La crisis económica se ha agravado con los bloqueos.

El sector productivo ha reportado pérdidas por más de mil 937 millones de dólares desde que iniciaron las protestas, y el desabastecimiento de combustible está afectando a varios sectores, incluyendo la agricultura, los productores y transportistas.

En medio de esta situación, las disputas entre las facciones del partido oficialista se han trasladado al Congreso, donde se debía elegir las presidencias de Senado y de Diputados.

A pesar de los enfrentamientos y jaloneos entre parlamentarios, los partidarios de Arce lograron mantener el control de la Asamblea al juramentar a un diputado afín al presidente.

La fractura interna en el partido oficialista ha generado tensiones, y los aliados de Morales han logrado mantener el control del Senado con Andrónico Rodríguez como su líder, mientras que la oposición ha denunciado posibles pagos a senadores para influir en la elección de las presidencias de las cámaras.

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