Casi un año después del incendio que devastó la histórica catedral de Notre Dame, las averiguaciones respecto a cuándo podrá ser reconstruida o remodelada y sobre el verdadero origen del fuego en el lugar, siguen siendo incógnitas.

Ahora, debido a la pandemia del Coronavirus, las respuestas parecen alargarse más pues este edificio icónico, ha pasado a un plano menos reelevante que el de las miles de personas que están muriendo en Francia debido a este virus.

Este viernes, se celebró el viernes santo a puerta cerrada en esta catedral que representa uno de los edificios más importantes de Francia.

El rector y arcipreste Patrick Chauvet o, admite que el problema es complicado. «No quiero volver a reconstruir lo que pasó aquella noche, es un trauma para mí, no puedo hablar de ello», dijo para Efe, en una entrevista.

Así, a pesar de que millonarios de todo el mundo donaron fondos para la reconstrucción del templo, parece que no serán usados en un largo tiempo.

En tanto a la causa exacta del incendio, sigue siendo desconocida. Durante la investigación preliminar, concluida en poco más de dos meses, la fiscalía de París analizó 96 elementos de prueba, realizó un centenar de interrogatorios y compiló 1.125 hojas de procedimiento.

Luego de que todas estas pruebas fueron presentadas para análisis a un panel de tres jueces, el fiscal indicó que privilegiaba la pista accidental y citó la posibilidad de un cigarrillo mal apagado o una avería eléctrica.

Además de todo, las investigaciones en el terreno avanzan con dificultad debido a que muchas de las zonas de Notre Dame, incluida la identificada como el lugar donde comenzó el incendio, siguen siendo inaccesibles.

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