El primer ministro de Canadá, Mark Carney, declaró que la relación histórica con Estados Unidos ha llegado a su fin, calificando al vecino del sur como un socio poco confiable.

Sin embargo, Carney ha anunciado que próximamente dialogará con el presidente Donald Trump. Estas declaraciones surgen en el marco de una reciente guerra comercial iniciada por EE.UU., la cual ha generado tensiones significativas entre ambos países.

El 14 de marzo, Mark Carney asumió el cargo de Primer Ministro, reemplazando a Justin Trudeau y en medio de esta transición, Estados Unidos ha impuesto aranceles del 25% sobre los automóviles no fabricados en su territorio, lo que afecta directamente a Canadá, cuya industria automotriz emplea a 125,000 personas y depende de la exportación como su segunda mayor fuente de ingresos. Además, Trump ha amenazado con nuevos impuestos sobre todos los productos canadienses.

Impacto en la industria automotriz

La industria automotriz canadiense está profundamente integrada con la estadounidense, con piezas que cruzan la frontera varias veces durante el proceso de ensamblaje.

Carney enfatizó que Trump debe respetar la soberanía canadiense, una solicitud que el presidente estadounidense considera excesiva.

A pesar de las tensiones, Trump ha decidido aplazar un mes la aplicación de los aranceles, reconociendo las desventajas de los fabricantes estadounidenses.

Reacciones y consecuencias futuras

Las afirmaciones de Trump, que incluso sugirieron la integración de Canadá como el estado 51 de EE.UU., han exacerbado el descontento en Canadá.

Ante este panorama, Carney prepara una campaña electoral de cinco semanas con elecciones anticipadas programadas para el 28 de abril.

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