Londres.- El pasado martes, las autoridades británicas tomaron la decisión de convocar al embajador de China en el país, Zheng Zeguang, luego de imputar a tres hombres por presuntamente violar la ley de seguridad nacional al colaborar con los servicios de Inteligencia de Hong Kong e incurrir en un delito de «injerencia extranjera». Este acto ha generado tensiones entre ambos países y ha llevado al ministro de Exteriores, David Cameron, a expresar su preocupación por el «patrón de comportamiento» de China hacia el Reino Unido, incluyendo posibles ataques cibernéticos contra infraestructuras británicas.

Los imputados se indentificaron como Chi Leung Wai, de 38 años, Matthew Trickett, de 37, y Chung Biu Yuen, de 63, según información brindada por la Policía Metropolitana de Londres. Wai es agente de la Guardia Fronteriza de Reino Unido, Trickett trabaja para Inmigración y Yuen, aunque retirado, trabajó para la Policía hongkonesa. Se les acusa de recabar información sensible, realizar actos de vigilancia y transmitir datos al Gobierno de Hong Kong, en particular de miembros de la diáspora hongkonesa en el Reino Unido.

No obstante, la Embajada de China ha rechazado rotundamente los cargos, calificándolos de «invención» y de acusaciones «flagrantes» contra Hong Kong, antigua colonia británica. Desde la legación diplomática, se ha afirmado que las acusaciones carecen de base y han acusado a las autoridades británicas de «acoso» hacia la región.

Esta situación ha generado un clima de tensión diplomática entre ambos países, con el Reino Unido exigiendo explicaciones y cooperación por parte de China en esta investigación. La convocatoria al embajador chino en Londres es una muestra de la seriedad con la que las autoridades británicas están tratando este caso de presunto espionaje y «injerencia extranjera».

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