Rusia ordenó este jueves una nueva serie de ataques contra Ucrania tras semanas de inactividad a esta escala que dejó 10 muertos, debido a que algunos misiles dirigidos a infraestructuras energéticas cayeron en las regiones residenciales.

«El enemigo lanzó 81 misiles intentando de nuevo intimidar a los ucranianos, volviendo a sus tácticas miserables«, mencionó el presidente Volodimir Zelenski en un mensaje en Telegram.

Las víctimas mortales de estos proyectiles fueron reportados por las autoridades de cada ciudad, uno de los cuales cayó sobre una zona residencial de Leópolis, donde murieron al menos 5 personas; en Jersón tres personas murieron en una parada de transporte público, y un hombre de 34 años murió en Dnipró. 

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El objetivo de Rusia se cumplió debido a que Járkov se quedó sin electricidad, agua y calefacción, y de acuerdo con su gobernador, Oleh Syniehubov, se reportaron más de 15 proyectiles detonados en su ciudad; la cual es la segunda más grande de Ucrania.

Venganza de Rusia

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia aseguró que los bombardeos del jueves a Ucrania, en los que murieron 10 personas, fueron una venganza “por las acciones terroristas organizadas por el régimen de Kiev el pasado 2 de marzo en la región de Briansk, el Ejército ruso asestó en venganza un ataque masivo».

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