Los equipos de rescate han retomado con urgencia la búsqueda de cuerpos en los suburbios de Los Ángeles, con la preocupante noticia de que fuertes vientos podrían reavivar los incendios forestales que han dejado un saldo de al menos 24 muertos. La ciudad se encuentra en su séptimo día de emergencia, con comunidades enteras devastadas y más de 90,000 personas aún evacuadas.

A pesar de los devastadores incendios, algunos signos de normalidad han comenzado a verse en la ciudad. Escuelas han reabierto, y los equipos de baloncesto de Los Ángeles, los Lakers y los Clippers, anunciaron que retomarán la competición. Sin embargo, la amenaza inminente de fuertes vientos de Santa Ana ha llevado a las autoridades a mantenerse alerta.

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha emitido alertas de vientos huracanados, lo que ha llevado a un aumento en las medidas de preparación. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha instado a la población a mantenerse en alerta, ya que se espera un comportamiento extremo del fuego en los próximos días.

De igual manera, se han implementado medidas de seguridad para evitar saqueos en las zonas afectadas, con la policía y la Guardia Nacional de California trabajando para mantener el orden. Se han reportado detenciones de personas intentando robar en áreas bajo toque de queda nocturno.

El fiscal del distrito de Los Ángeles, Nathan Hochman, ha anunciado que se presentarán cargos por los incidentes ocurridos durante esta catástrofe, con más de 750 fiscales adjuntos trabajando en el caso. La tragedia ha dejado al menos 24 muertos, y las autoridades advierten que esa cifra podría aumentar a medida que continúen las labores de rescate.

Los rescatistas, acompañados de perros rastreadores, están recorriendo parcela por parcela en busca de cuerpos en las zonas afectadas por los incendios. El incendio que inició en el vecindario de Pacific Palisades ha consumido casi 9,700 hectáreas, con un control del fuego en un 14%.

Otro de los focos activos, conocido como el incendio Eaton, ha devastado más de 5,000 hectáreas, con un tercio de su perímetro controlado. Más de 12,000 estructuras han sido destruidas, generando un gran despliegue de recursos y equipos de emergencia para combatir los incendios.

Los bomberos de la ciudad de Los Ángeles han intensificado sus operaciones, con personal de todo el oeste de Estados Unidos y países vecinos recibiendo refuerzos. El bombero mexicano Benigno Hernández Cerino destacó la importancia de apoyar a la comunidad en estos momentos de crisis.

En la mañana del lunes, nuevas imágenes aéreas revelaron la magnitud de los daños tras los incendios, mientras los expertos en investigación continúan buscando pistas sobre la causa de las emergencias. Aunque los incendios forestales son parte natural del ecosistema, la expansión urbana y el cambio climático han agravado las condiciones que llevan a fenómenos cada vez más destructivos.

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