Bolivia.- En un giro inesperado en el escenario político boliviano, el presidente Luis Arce firmó este lunes la ley que anula las elecciones primarias para las elecciones generales de 2025. Esto representa un duro golpe para su rival político, el exmandatario Evo Morales, cuyas aspiraciones de competir por un nuevo mandato se ven cada vez más complicadas.

La decisión de cancelar las primarias, que habían sido introducidas en la ley electoral en 2018, se tomó de manera excepcional y en acuerdo con los partidos políticos y el Tribunal Supremo Electoral. La medida busca dar prioridad a las elecciones judiciales que están programadas para el próximo 1 de diciembre, pero que se vieron pospuestas el año pasado debido a la pandemia.

Para Morales, esta decisión supone un revés en su intento por competir en las primarias con Arce, su antiguo ministro de Finanzas. Aunque Morales está inhabilitado por los jueces para postularse de nuevo, su estrategia consistía en presionar a través de la movilización popular y la nominación de nuevos jueces electorales que revisen el fallo en su contra.

El expresidente, que gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, ha criticado duramente la cancelación de las primarias, señalando que esta medida representa un retroceso democrático vergonzoso. Por su parte, Arce busca ahora la aprobación de un referendo sobre la reelección presidencial, lo que podría sepultar las aspiraciones de Morales de volver a competir por la presidencia.

Las tensiones entre Arce y Morales se han hecho más evidentes tras el reciente levantamiento militar en La Paz el pasado 26 de junio. Mientras Arce ha calificado el suceso como un intento de golpe, Morales ha hablado de un autogolpe destinado a mejorar la imagen presidencial.

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