La Habana, Cuba – En medio de una crisis alimentaria sin precedentes en Cuba, las autoridades informaron del robo de 130 toneladas de pollo en una dependencia estatal en La Habana. Este acto delictivo ha generado conmoción en la población cubana, ya que la carne de pollo importada se ha convertido en la principal fuente de proteína animal para muchas familias.

El robo tuvo lugar en una dependencia de la Empresa Comercializadora de Alimentos COPMAR, perteneciente al ministerio de la Industria Alimentaria. Según las fuentes oficiales, esta cantidad de pollo robado equivale «al consumo de la canasta básica de una provincia mediana».

Las investigaciones llevaron a la detención de 30 personas, entre ellas directivos de la empresa. Los cargos imputados incluyen malversación y robo con fuerza, delitos que podrían llevar a penas de hasta 20 años de prisión.

Según la investigación, las cajas de pollo robadas eran vendidas en el mercado negro a precios exorbitantes. Cada caja se comercializaba a tres mil 800 pesos, generando ganancias que oscilaban entre los 50 mil y 200 mil pesos, dependiendo de la participación de cada implicado.

Durante los registros realizados en las residencias de los sospechosos, las autoridades se incautaron de tres millones de pesos y una cantidad de dólares estadounidenses sin precisar. Aunque el proceso de investigación arrojó resultados preliminares, las autoridades continúan trabajando para desmantelar por completo esta cadena delictiva y llevar a todos los implicados ante la justicia.

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