La ONU ha denunciado este viernes que Rusia está poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de millones de personas en los países en desarrollo, al cancelar el acuerdo que permitía la exportación de cereales desde Ucrania a través del Mar Negro y al intensificar sus ataques contra los puertos ucranianos.

La jefa de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo, ha expresado su “profunda preocupación” por la decisión rusa de suspender el acuerdo del ‘corredor del grano’, que garantizaba el paso seguro de los buques comerciales por el estrecho de Kerch, que conecta el Mar Negro con el Mar de Azov.

DiCarlo ha explicado ante el Consejo de Seguridad que este acuerdo ha mantenido el flujo de alimentos desde Ucrania, que exporta granos a más de 40 países en tres continentes, como uno de los mayores exportadores del mundo.

Según la ONU, desde que se firmó el acuerdo en julio de 2022, se han exportado más de 32 millones de toneladas de alimentos desde Ucrania, lo que ha contribuido a aliviar la crisis de precios provocada por la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.

DiCarlo ha recordado que el acuerdo fue negociado por Turquía y la ONU, con el apoyo de la comunidad internacional, y que incluía una serie de compromisos por parte de Rusia para facilitar sus propias exportaciones de granos y fertilizantes, que se han visto afectadas por las sanciones occidentales.

Sin embargo, Rusia anunció el pasado lunes su retirada unilateral del pacto, alegando que no se habían cumplido sus demandas y que ya no podía garantizar la seguridad de la navegación en el noroeste del Mar Negro

“Esta decisión es arbitraria e injustificada. Rusia está violando el derecho internacional y está amenazando la alimentación de millones de personas con su agresión contra Ucrania”, ha afirmado DiCarlo.

La responsable de la ONU también ha condenado los bombardeos rusos contra los puertos ucranianos de Mariupol y Berdyansk, que son clave para el comercio internacional, y otras infraestructuras civiles en Ucrania, que han causado daños materiales y humanos.

“Estos ataques son una clara violación del derecho internacional humanitario y ponen en riesgo la vida de miles de personas. Además, obstaculizan el acceso humanitario a las zonas afectadas por el conflicto”, ha señalado.

DiCarlo ha instado a Rusia a respetar el alto el fuego acordado en Minsk en 2015 y a reanudar el diálogo con Ucrania para encontrar una solución política a la crisis.

“Los acontecimientos de la última semana son solo los últimos desarrollos en la guerra sin sentido de la Federación Rusa contra su vecino, una guerra cuyas consecuencias se sienten alrededor del mundo”, ha concluido.

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