El gobierno ruso anunció la suspensión temporal de sus operaciones militares en Ucrania con motivo de la celebración de la Pascua ortodoxa, mientras el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aceptó la propuesta, aunque pidió que el cese de hostilidades se prolongue más allá del lunes 21 de abril.

El anuncio fue emitido este sábado por el Kremlin, indicando que el alto al fuego comenzaría a las 18:00 horas y se extendería hasta la medianoche del próximo lunes. El presidente Vladímir Putin afirmó que la medida busca facilitar un espacio de reflexión y espiritualidad durante estas fechas religiosas, además de mostrar la voluntad de Rusia de comprometerse con el diálogo y la paz. “Esperamos que Ucrania también acepte este gesto de buena voluntad”, manifestó el mandatario.

La decisión se da en un contexto internacional tenso, luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, urgiera a ambas naciones a comprometerse seriamente con la paz. Washington advirtió que de no observarse avances concretos, se retiraría de las negociaciones multilaterales en curso.

Por su parte, el presidente Zelenski confirmó que Ucrania acatará el cese al fuego durante los días estipulados, aunque solicitó públicamente una ampliación del periodo de tregua. A través de sus redes sociales, declaró que su gobierno está dispuesto a actuar “conforme al compromiso de silencio total e incondicional” si Moscú se muestra sincero. Sin embargo, también expresó cautela: “Conocemos las tácticas de manipulación del Kremlin y estamos preparados para cualquier eventualidad. Cada agresión recibirá una respuesta proporcional”.

Mientras tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, recordó que Kiev ya había aceptado en marzo una propuesta de alto al fuego provisional de 30 días promovida por Estados Unidos, la cual —según él— fue rechazada por Rusia en aquel momento.

A pesar de las tensiones, este sábado se llevó a cabo un importante intercambio de prisioneros entre ambas naciones. El Ministerio de Defensa ruso informó que 246 soldados rusos regresaron desde territorio ucraniano, mientras que como muestra de “buena voluntad”, Moscú liberó a 31 combatientes ucranianos heridos a cambio de 15 soldados rusos que requerían atención médica urgente.

Putin insistió en que Rusia no busca prolongar el conflicto y aseguró que su gobierno ha estado abierto desde el inicio a participar en iniciativas que conduzcan a una “resolución justa y duradera”. Además, elogió los esfuerzos de mediación del presidente Trump, así como del líder chino Xi Jinping y los países del bloque BRICS, a quienes calificó como aliados en la búsqueda de una solución pacífica.

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