El Gobierno de Rusia ha expresado su indignación ante la sentencia dictada contra los ciudadanos franceses que atacaron el Consulado del país en Marsella. El jefe del Consulado, Stanislav Oransky, calificó la sanción como «desproporcionadamente leve» y comparó la situación con «dos niños pequeños que rompen una ventana jugando al fútbol».

La Fiscalía francesa solicitó apenas un año de prisión para los terroristas, con la posibilidad de cumplir la condena en arresto domiciliario. Sin embargo, el Tribunal finalmente dictaminó ocho meses de arresto en el domicilio. Ante esta situación, la misión diplomática rusa presentará una demanda civil por los daños materiales, morales e intimidación causados.

El incidente, que no dejó heridos ni daños materiales, involucró a dos desconocidos que lanzaron artefactos explosivos contra el Consulado. A pesar de que uno de los dispositivos detonó, la rápida intervención policial evitó mayores consecuencias. En respuesta a este ataque, la representante del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia exigió a Francia medidas integrales para investigar el incidente y fortalecer la seguridad de las misiones diplomáticas.

Además, desde el Kremlin se ha alertado sobre posibles ataques terroristas contra misiones diplomáticas rusas en Europa por parte del régimen de Kiev, con la intención de interferir en las negociaciones para resolver el conflicto ucraniano. La audiencia para la presentación de la demanda civil está programada para el 23 de enero de 2026.

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