Un sacerdote se enfrentó a golpes a un ladrón que estaba intentando robar en la iglesia donde se desempeña en Salta, Argentina.

La vicaría Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en el barrio La Loma de Salta, ya había sido asaltada tres veces.

«Le partí una silla en la cabeza»

El vicario Juan Eduardo Jotayan detalló, según lo reproducido por TN, que el hecho sucedió el miércoles 26 de julio en la madrugada, la que se convertiría en el cuarto robo en menos de un año que sufría la parroquia.

«Fue alrededor de las tres y yo estaba en mi dormitorio casi dormido mirando las noticias. En un momento sentí un ruido en la puerta de la entrada de la casa que tiene las rejas y después un ruido en la puerta», contó.

«Me levanté de inmediato porque es la cuarta vez que me entran a robar y uno ya vive alarmado. Me puse las ojotas, abrí despacio la puerta de mi habitación y fui por el pasillo hasta donde empieza la cocina-comedor. Allí prendí de golpe la luz y me encontré con un tipo en la casa», aseveró el cura.

Sobre el ladrón dijo que «habrá tenido unos 25 años, tenía una gorra y una capucha. Seguramente estaba muy drogado. Nos agarramos a las trompadas limpias (golpes), fue una cosa tremenda». 

“Le partí una silla en la espalda, pero él se equilibró para no caerse, así que saqué otra y se la partí en la cabeza. En ese momento aproveché para salir corriendo a la habitación y buscar un rifle de aire comprimido que era de mi hermano militar y que ya falleció. Le apunté y le grité: ‘Si no te vas de acá, te perforo la cabeza a tiros’”, agregó.

El vicario cerró diciendo que el delincuente “se asustó y salió corriendo por las escaleras. Luego salió por la cancha y huyó. Yo me fui por detrás para corroborar efectivamente que se había ido”.

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