Sale a la luz la entrevista secreta que Francisco pidió no publicar hasta después de su muerte
23/04/2025 - Hace 4 horas en InternacionalSale a la luz la entrevista secreta que Francisco pidió no publicar hasta después de su muerte

Una entrevista inédita con el Papa Francisco, fue revelada en la televisión argentina la noche del martes 22 de abril. La pieza fue grabada en 2018 y publicada, por deseo expreso del Pontífice, solo tras su fallecimiento, el cual ocurrió el 21 de abril de 2025.
La entrevista, que dura más de 50 minutos, fue transmitida parcialmente por la televisión argentina y ha comenzado a circular con fuerza en redes y medios internacionales.
En ella, Jorge Mario Bergoglio —el hombre detrás del papado— se muestra en su versión más honesta: sin sotana, sin escudos, solo un ser humano con neurosis, temores, cicatrices y una espiritualidad profundamente arraigada en la compasión.
Neurosis, terapia y resiliencia en dictadura
Uno de los pasajes más impactantes de la entrevista es cuando Francisco revela haber acudido a una psiquiatra durante la dictadura militar argentina, en los años 70. Por entonces, como provincial jesuita, tenía la responsabilidad moral y espiritual de proteger a perseguidos políticos. Esa presión lo llevó a buscar ayuda profesional durante seis meses, una decisión que muchos líderes aún hoy consideran tabú.
“Había cosas que no sabía manejar bien”, confesó, refiriéndose al peso de sus decisiones en esos años oscuros. De su terapeuta, a quien identificó como una “gran mujer”, aprendió a gestionar sus mecanismos internos y temores, a clarificar pensamientos, a frenar impulsos destructivos. Fue, según sus palabras, una experiencia reveladora que lo marcó para siempre.
«Hay que cebarle mate a la neurosis»
Con su característico sentido del humor y profundidad, Francisco también habló sobre sus neurosis, describiéndolas casi como compañeras de vida. Admitió tener una neurosis ansiosa: la urgencia constante de querer resolver todo de inmediato. Pero en vez de combatirla, aprendió a “cebarle mate”.
Su forma de domarla: escuchar a Bach, aplicar sabiduría popular como el dicho “Vísteme despacio, que estoy apurado”, y dejar que el tiempo haga su trabajo.
Reivindicó el rol de la psicología en la vida sacerdotal, asegurando que todos los curas deberían estudiar esa disciplina para comprender mejor al prójimo… y a sí mismos.
El cónclave: entre la calma y el destino
En otro momento inolvidable, Francisco relató cómo vivió el cónclave de 2013 que lo convirtió en líder de la Iglesia Católica. Lejos de la imagen de tensión o ansiedad, confesó haber dormido perfectamente la noche anterior, incluso tomó una siesta antes de la votación decisiva.
Fue durante el almuerzo cuando sintió que algo se movía. Algunos cardenales comenzaron a acercarse más de la cuenta. “No te preocupes, el Espíritu Santo actúa así”, le susurró el cardenal brasileño Claudio Hummes, sentado a su lado. Minutos después, fue elegido Papa. Y fue Hummes, con un beso fraterno, quien le pidió: “No te olvides de los pobres”. Esas palabras se convirtieron en un eco interior que lo llevó a elegir el nombre Francisco, en honor a San Francisco de Asís, el santo de la humildad, la pobreza y la paz.
Dolencias físicas y hábitos de hierro
Lejos de cualquier dramatismo, Francisco habló también de sus dolencias físicas con total naturalidad. Un “desequilibrio entre el páncreas y el hígado”, problemas de columna, pie plano, e incluso una operación pulmonar en su juventud y otra para extirpar la vesícula. Nada de eso lo detenía.
Tenía una rutina férrea: dormir a las 21:00, levantarse a las 4:00 sin despertador, leer por la noche, y soñar “cosas lindas”. Aseguraba que nunca necesitó medicación para dormir, y que el descanso era para él un momento sagrado. A sus 88 años, seguía viviendo con una energía sorprendente.
Tristezas profundas y dolor compartido
También habló de sus momentos de tristeza. No esquivó la pregunta, no disfrazó la pena. “Sí, tristeza sí he tenido muchas”, dijo, mencionando la muerte de sus padres y los días difíciles que vivió en la historia reciente de su país. Pero también expresó con claridad cuál era el dolor que más lo afectaba: “El dolor ajeno”, especialmente el sufrimiento de los niños hambrientos y los ancianos olvidados.
En su voz no había resignación, sino una profunda empatía. Esa que siempre marcó su papado. La misma que lo hizo abrazar migrantes, denunciar injusticias y clamar por los más pobres, aun cuando sus palabras incomodaban a los poderosos.
Una entrevista inédita de Nelson Castro al Papa Francisco. El Sumo Pontifice autorizó al periodista a publicarla tras su fallecimiento. La voz de Bergoglio en #Telenoche.@telenoche pic.twitter.com/Sa0XLpYpNy
— eltrece (@eltreceoficial) April 23, 2025
Una herencia grabada en confidencia
La entrevista, que sirvió de base para el libro La salud de los papas (2021), surgió por iniciativa del propio Francisco. Después de leer otra obra de Nelson Castro, fue el Pontífice quien le propuso reunirse. “Usted tiene que escribir un libro en el que yo le voy a hablar de mis neurosis”, le dijo en 2017, en una conversación improvisada en la Plaza de San Pedro.
Aquella charla pactada para 20 minutos terminó durando casi una hora. Fue un acto de confianza, pero también un legado. Francisco pidió expresamente que la entrevista no viera la luz hasta después de su muerte. Y así fue.