El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuestionó a Joe Biden por «asesinar a la industria del automóvil» durante un acto junto a los trabajadores de una fábrica automovilística de Detroit; estas declaraciones se producen tan solo un día después de que Biden se presentara en una protesta del sindicato Trabajadores de la Automoción Unidos (UAW, por sus siglas en inglés), convirtiéndose así en el primer mandatario en activo en formar parte de este tipo de manifestaciones.

Al mismo tiempo, Trump aseguró que el presidente solo realizó su visita porque él la había anunciado previamente, y que tan solo habló «durante unos segundos», además criticó tanto al presidente como a los fabricantes del sector de la automoción por «invertir en el desarrollo de coches eléctricos» debido a que «las malditas máquinas no llegan lo suficientemente lejos y son demasiado caras».

«El mandato de Biden no es una regulación gubernamental, es un asesinato gubernamental de sus empleos y su industria. La industria del automóvil está siendo asesinada. Y da igual lo que consigan, no me importa lo que consigan en las próximas dos semanas o tres semanas o cinco semanas. Van a estar cerrando y van a estar construyendo esos coches en China y otros lugares», ha añadido el exmandatario.

«Dice que está con los trabajadores del automóvil, pero como presidente, Donald Trump aprobó exenciones fiscales para sus amigos ricos, mientras que los fabricantes de automóviles cerraron sus plantas, y (el estado de) Michigan perdió empleos manufactureros», ha manifestado Fain.

«Joe Biden dijo que defendería a los trabajadores, y lo está cumpliendo», ha añadido el líder sindical, quien recibió al presidente estadounidense durante un piquete en el que acusó a los directores ejecutivos de las empresas del sector de «intentar justificar un sistema» que les permite «quedarse con todas las ganancias» mientras los trabajadores tienen que «luchar por las sobras».

El sindicato automovilístico ha convocado una huelga en todas las plantas de Ford, General Motors y Stellantis, tornándose así en la primera vez en la historia en que se convoca una huelga a la vez en las fábricas las tres principales empresas automovilísticas de Estados Unidos.

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