Sídney, Australia.- La ciudad de Sídney ha cambiado oficialmente al cien por ciento de electricidad renovable, con sus suministros de energía que ahora fluyen de proyectos eólicos y solares de toda la región de Nueva Gales del Sur.

El consejo ahora obtendrá el equivalente de todo su consumo de electricidad a partir de fuentes renovables, incluida la energía utilizada durante sus operaciones en sus edificios, depósitos, farolas, instalaciones deportivas, así como el emblemático Ayuntamiento de Sídney. Su hito llegó el mismo día que la ciudad de Adelaide.

“Estamos en medio de una emergencia climática. Si queremos reducir las emisiones y hacer crecer el sector de la energía verde, todos los niveles de gobierno deben hacer una transición urgente a las energías renovables «, dijo el alcalde de Sídney, Clover Moore.

«Las ciudades son responsables del 70 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo, por lo que es fundamental que tomemos medidas climáticas eficaces y basadas en la evidencia».

Te podría interesar: Cofundador de Lollapalooza prevé que conciertos volverán hasta 2022

Sídney aseguró un acuerdo de compra de energía con parques eólicos y solares en Glen Innes, Wagga Wagga y la región de Shoalhaven en un acuerdo por un valor de alrededor de 60 millones.

“La decisión de la Ciudad de Sídney de incluir un esquema regional basado en la comunidad nos acerca un paso más hacia un futuro descarbonizado sostenible al tiempo que apoya la inversión regional y el empleo. Felicitamos a la ciudad por este importante compromiso ”.

Es el último paso en una serie de medidas proactivas adoptadas por el ayuntamiento de Sídney para reducir sus contribuciones al cambio climático. El consejo se convirtió en el primer gobierno de Australia en obtener la certificación de carbono neutral en 2011 y se fijó el objetivo de reducir su huella de emisiones en un 70 por ciento para 2030. El consejo también hizo una declaración formal de emergencia por cambio climático en junio del año pasado.

Se espera que el acuerdo reduzca la huella de emisiones del consejo en alrededor de 20 mil toneladas por año, además de ahorrarle al consejo alrededor de 500 mil anuales durante los próximos diez años en sus costos de energía. También es probable que el consejo logre su objetivo de reducción de emisiones a partir de 2024.