En una contundente decisión, la mayoría de los magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ha votado a favor de mantener la presencia de símbolos religiosos en los edificios gubernamentales de todo el país.

Este fallo, que marca un punto de inflexión en el debate sobre la laicidad del Estado, ha generado un amplio interés tanto dentro como fuera de Brasil.

El proceso, que inició su juzgamiento el 15 de noviembre y se espera que concluya el 26 de este mes, ha alcanzado ya seis de los 11 votos del pleno del STF en contra de un recurso presentado por el Ministerio Público Federal (MPF) que solicitaba la prohibición del uso de crucifijos, imágenes de santos y otros objetos en los edificios públicos.

Según el MPF, la presencia de estos símbolos vulnera los principios constitucionales de libertad de creencia religiosa y laicidad del Estado.

El magistrado Cristiano Zanin, quien ha sido el ponente del caso, ha sido respaldado por los jueces Flávio Dino, André Mendonça, Dias Toffoli, Gilmar Mendes y Edson Fachin.

Se podrá mantener los símbolos religiosos

Su posición ha sido clara: la presencia de símbolos religiosos en los edificios públicos es válida siempre y cuando tenga como objetivo expresar la tradición cultural de la sociedad brasileña.

«La presencia de símbolos religiosos en los edificios públicos, siempre y cuando tenga el objetivo de manifestar la tradición cultural de la sociedad brasileña, no viola los principios de no discriminación, laicidad estatal e impersonalidad», ha afirmado Zanin.

Para el magistrado, el cristianismo forma parte de la identidad cultural y la historia de Brasil, por lo que los símbolos religiosos en los edificios públicos son una manifestación legítima de esa tradición.

A su juicio, las festividades religiosas, los nombres de ciudades y lugares públicos relacionados con la religión cristiana son parte integral de la cultura brasileña, y por tanto, su presencia en los espacios públicos no constituye una violación a la Constitución.

Esta decisión del STF ha generado un intenso debate en la sociedad brasileña, con opiniones divididas entre quienes defienden la diversidad religiosa y la separación entre Iglesia y Estado, y aquellos que consideran que la presencia de símbolos religiosos es un reflejo de la identidad nacional y cultural del país.

Ahora, con seis votos a favor de mantener los símbolos religiosos en los edificios públicos, queda por verse cuál será la decisión final del STF al respecto.

También te puede interesar: