El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió un revés judicial este jueves cuando una corte de apelaciones restableció la orden de mordaza que le impide hacer comentarios sobre el personal del tribunal en el juicio civil en su contra por fraude financiero en Nueva York. Esta decisión se produce dos semanas después de que un juez individual de apelación suspendiera dicha orden mientras se realizaba el proceso de apelación.

La imposición de la orden de mordaza por parte del juez Arthur Engoron tuvo lugar el pasado 3 de octubre, luego de que Trump publicara en internet comentarios despectivos contra la asistente legal del juez. Estos comentarios incluían contenidos infundados sobre la vida personal de la asistente y fueron colocados en internet en el segundo día del juicio llevado a cabo por la demanda presentada por la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James.

Trump ya ha pasado la ley por alto

James alega que Trump infló su riqueza en los estados financieros utilizados para obtener préstamos y cerrar acuerdos, acusaciones que el expresidente niega rotundamente. Trump, considerado el favorito para la nominación presidencial republicana en 2024, sostiene que la demanda es un ataque político orquestado por James, quien es miembro del partido demócrata.

Posteriormente, el juez Engoron multó a Trump con $15,000 por violar la orden de mordaza y extendió dicha orden para incluir a sus abogados, después de que cuestionaran el papel de la asesora Allison Greenfield en el juicio. Greenfield se sienta junto al juez, intercambia notas y lo asesora durante el testimonio.

También aplica para sus abogados

Los abogados de Trump no han emitido comentarios inmediatos respecto a la decisión de la corte de apelaciones. Sin embargo, en el pasado han presentado una demanda contra el juez Engoron, argumentando que su orden de mordaza es un abuso de poder.

Los fiscales del caso han intentado vincular los comentarios de Trump con un aumento en las llamadas y mensajes desagradables dirigidos al juez y a su asistente legal. Un capitán de seguridad del tribunal informó en una declaración jurada presentada ante la corte de apelaciones que Greenfield ha estado recibiendo entre 20 y 30 llamadas por día a su teléfono celular personal, así como entre 30 y 50 mensajes diarios en las redes sociales, LinkedIn y dos direcciones de correo electrónico personales. Desde que se levantó la orden de mordaza, aproximadamente la mitad de los mensajes de acoso y desprecio que ha recibido Greenfield han sido antisemitas, según el capitán.

Esta nueva decisión judicial supone un obstáculo para Trump y sus abogados en el juicio por fraude financiero, el cual ha generado gran expectativa y controversia. Mientras tanto, el expresidente mantiene su postura de negar cualquier irregularidad en sus estados financieros y continúa acusando a la fiscal general Letitia James de motivaciones políticas en su contra.