El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su postura firme respecto a los aranceles impuestos a China, declarando que no serán eliminados sin concesiones importantes.

Durante su vuelo a Roma en el Air Force One, Trump fue enfático al señalar: “Todo saldrá bien, esas cosas siempre salen bien”, dijo optimista.

El mandatario explicó que su gobierno seguirá implementando tarifas comerciales, asegurando que serán “razonables, muy razonables”, pero definitivas si no se alcanzan acuerdos concretos.

Cuando se le preguntó qué consideraría una concesión sustancial por parte de China, respondió de forma escueta: “Bueno, liberen a China”, insinuando una apertura económica.

Trump añadió que lo que su administración desea es el acceso a los mercados chinos, lo cual calificó como el objetivo central de las negociaciones comerciales actuales.

Apertura China

“Saben, déjennos entrar y operar en China (…) Entrar en China y vender nuestros productos, nuestras mercancías”, afirmó, refiriéndose a lo que denominó una política de ‘Apertura China’.

El presidente recordó que estuvieron cerca de lograr ese objetivo anteriormente, pero China se retiró en la etapa final del acuerdo comercial. Sobre si ha hablado con el presidente chino Xi Jinping desde su regreso al poder, Trump evitó dar una respuesta directa y prefirió mantener el misterio.

Este viernes, Trump partió hacia Roma junto a la primera dama, Melania, para asistir al funeral del papa Francisco, quien falleció esta semana. Se trata del primer viaje internacional de Trump desde que volvió a la Casa Blanca el pasado 20 de enero tras una polémica reelección.

El funeral reunirá a más de 50 jefes de Estado, incluidos 10 monarcas, en una de las citas diplomáticas más significativas del año.

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