El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, generó controversia el martes al expresar su simpatía por la postura rusa de que Ucrania no debería formar parte de la OTAN.

Durante una rueda de prensa en su club Mar-a-Lago, Trump lamentó que no se reunirá con el presidente ruso Vladimir Putin antes de su investidura, y culpó al mandatario demócrata saliente, Joe Biden, de cambiar la posición de Estados Unidos al respecto.

Según Trump, Rusia ha sido clara durante muchos años en su oposición a que Ucrania se una a la OTAN. «Gran parte del problema es que Rusia -durante muchos, muchos años, mucho antes de Putin- dijo: ‘Nunca podrán tener a la OTAN involucrada con Ucrania’. Ahora, lo han dicho. Eso está escrito en piedra», afirmó el presidente electo.

En contraposición, Trump mencionó que en algún momento Biden expresó su apoyo a que Ucrania se una a la OTAN, lo que, según él, generaría tensiones innecesarias con Rusia.

«Bueno, entonces Rusia tiene a alguien justo en su puerta, y podría entender sus sentimientos al respecto», agregó.

Cabe destacar que los miembros de la OTAN han expresado su apoyo a la eventual adhesión de Ucrania desde la Cumbre de Bucarest de 2008, aunque nunca se ha extendido una invitación oficial al país.

Los asesores de Trump y sus aliados se oponen a la integración de Ucrania a la OTAN en un futuro cercano, considerando que sería una provocación hacia Rusia.

Por su parte, los líderes ucranianos han presionado fuertemente para unirse a la OTAN, argumentando que es fundamental para disuadir posibles agresiones rusas.

Sin embargo, la postura de Trump podría marcar un punto de inflexión en las relaciones entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania, generando incertidumbre en un contexto geopolítico ya convulsionado.

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