Kiev.- Las tensiones entre Ucrania y Rusia alcanzaron un nuevo nivel de peligrosidad en las últimas horas, cuando las fuerzas rusas llevaron a cabo un masivo ataque con 188 drones contra territorio ucraniano. La Fuerza Aérea ucraniana reportó que este ataque sin precedentes incluyó el lanzamiento de drones kamikaze y misiles balísticos, afectando infraestructuras esenciales y edificios residenciales en diversas regiones del país.

Durante la operación nocturna, Rusia empleó una cantidad récord de drones de combate de tipo Shahed, de origen iraní, así como otros drones no identificados. Las defensas aéreas ucranianas lograron derribar 76 de estos drones en 17 regiones, mientras que otros 95 drones perdieron el rumbo debido a las interferencias de los medios de guerra electrónica del Ejército ucraniano. Cinco drones se dirigieron hacia territorio bielorruso.

Uno de los impactos más graves de este ataque fue el corte de electricidad en aproximadamente el 70% de la región occidental de Ternópil, afectando a más de 220,000 habitantes. El gobernador de la región, Vyacheslav Nehoda, describió el daño como «sustancial» y advirtió que el suministro eléctrico podría estar interrumpido durante un largo período de tiempo. En la capital, Kiev, se mantuvo la alerta aérea durante cinco horas y se derribaron diez drones en la región.

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que sus baterías antiaéreas habían derribado 39 drones ucranianos en seis regiones del país y en la península de Crimea, territorio que Rusia ocupó en 2014. Según el comunicado oficial, más de la mitad de los drones derribados cayeron en la región de Rostov, fronteriza con Ucrania.

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