Ucrania ha cifrado en más de medio millón el número de soldados rusos que han perdido la vida o han resultado heridos desde que comenzó la invasión hace 27 meses, según informó el Estado Mayor General de Ucrania el pasado sábado. En las últimas 24 horas, se registraron 1.140 bajas, elevando el total a 500.080 según la versión ucraniana. Tanto Rusia como Ucrania no han revelado con regularidad cuántos de sus propios soldados han perdido en este conflicto.

Esta cifra, que coincide con estimaciones previas de Estados Unidos, se aproxima al número de soldados rusos que actualmente se encuentran combatiendo en Ucrania, según el mando militar ucraniano y analistas, que calculan en más de medio millón a principios de mayo. Solo en el mes de mayo, se reportaron 30.240 bajas entre soldados rusos, convirtiéndose en el mes más mortífero para las fuerzas rusas en el país. Desde noviembre, Rusia ha estado perdiendo entre 26.000 y 30.000 soldados al mes, de acuerdo con Ucrania.

La ofensiva rusa en la región nororiental de Jarkiv, que lleva más de dos semanas en curso, podría explicar las elevadas cifras de bajas, según analistas militares. Esta ofensiva tiene como objetivo obligar a Ucrania a desviar tropas desde el frente de Donetsk, donde Rusia ha logrado pequeños avances. El ministerio de Defensa ruso anunció recientemente que sus tropas han tomado el control del pueblo de Arjengelske, cerca de la ciudad de Ocheretine, donde también habían logrado avances a principios de mes.

Además de las bajas entre los soldados, Rusia ha sufrido importantes pérdidas de material militar, según el Estado Mayor General de Ucrania. Se han perdido en combate 7.650 tanques, 14.786 vehículos blindados de combate, 12.929 sistemas de artillería y 814 defensas antiaéreas.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha instado a los socios atlánticos a levantar el embargo a Ucrania para utilizar armamento occidental en Rusia, tal como había solicitado el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. Sin embargo, esta propuesta ha generado debate entre los países miembros de la OTAN, con el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajan, rechazando la idea de enviar militares italianos a Ucrania y recordando que las decisiones deben tomarse de forma colegiada.

En medio de la escalada del conflicto, Stoltenberg también señaló la importancia del apoyo de China para que Rusia pueda continuar la guerra en Europa. Mientras China dice querer mantener buenas relaciones con Occidente, ha estado alimentando el conflicto en Ucrania. Sin embargo, Stoltenberg enfatizó que aún es posible para Ucrania salir victoriosa de esta situación a pesar de los reveses sufridos en el teatro de guerra por la falta de municiones y armas.

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