Un 42% de las viviendas en Gaza han quedado total o parcialmente destruidas desde el inicio de la guerra
22/10/2023 - Hace 6 meses en InternacionalUn 42% de las viviendas en Gaza han quedado total o parcialmente destruidas desde el inicio de la guerra
Europa Press Tel Aviv.- Desde el comienzo de los bombardeos israelíes en respuesta al ataque del movimiento islamista palestino en Gaza el 7 de octubre, alrededor de 164,000 viviendas en el enclave han sido «parcial o completamente destruidas«, según estimaciones del Ministerio de Vivienda de Gaza.
Un último informe del Ministerio revela que los ataques israelíes han demolido por completo 5,635 edificios residenciales, que comprendían unas 15,100 «unidades residenciales». Además, se estima que otras 139,000 unidades residenciales han sufrido daños parciales, de las cuales 10,656 son inhabitables.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) recoge estos datos y destaca que desde el inicio de los bombardeos, alrededor de 1.4 millones de personas se han convertido en desplazados internos en Gaza, mientras que otros 566,000 se han refugiado en áreas designadas por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
La ONU expresa su preocupación sobre la crisis humanitaria en Gaza
Cinco agencias de la ONU, incluyendo el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), han realizado un comunicado conjunto solicitando un alto al fuego y un acceso seguro a los civiles para prevenir más daños y salvar vidas. Según estas agencias, la ayuda humanitaria actualmente disponible en Gaza es insuficiente y se requiere una acción urgente por parte de la comunidad internacional.
La situación humanitaria en Gaza es desesperada, con más de 1.6 millones de personas en necesidad crítica de ayuda. Aproximadamente la mitad de la población son niños, y también hay un gran número de mujeres embarazadas y personas mayores. Los continuos bombardeos han provocado daños significativos en la infraestructura civil, incluyendo refugios, centros médicos y sistemas de agua, saneamiento y electricidad.
Las agencias de la ONU advierten que el tiempo se agota y que existe un riesgo inminente de un aumento vertiginoso en la mortalidad debido a la propagación de enfermedades y la falta de capacidad de atención médica.
