Un nuevo escándalo de maltrato infantil sacudió a la sociedad española tras la difusión de un video en redes sociales donde se observó a una profesora de guardería, identificada como Nicole, ejerciendo violencia verbal y física contra un bebé en un centro de cuidado infantil en Torrejón de Ardoz, Madrid.

En las estremecedoras imágenes, captadas por cámaras de seguridad dentro de la guardería, se escuchó a la mujer gritarle a un niño pequeño: “¡No me escupas la comida, me tienes harta!”, mientras lo obliga de forma agresiva a ingerir los alimentos, sujetando la cuchara con fuerza. La escena generó un profundo rechazo social y desencadenó una denuncia pública inmediata.

La denuncia viral y la intervención de las autoridades

La viralización del video no tardó en llegar a las autoridades, quienes respondieron con rapidez. El pasado viernes 11 de abril, agentes se personaron en el centro infantil para ejecutar una orden de detención contra Nicole, así como contra otras tres cuidadoras señaladas por tener antecedentes de tratos similares con los menores bajo su cuidado.

Las cuatro mujeres fueron arrestadas temporalmente y, tras varias horas de revisión del caso, fueron liberadas con medidas cautelares, entre ellas la suspensión inmediata de sus cargos en la institución. La guardería, por su parte, emitió un comunicado asegurando su colaboración con las investigaciones y manifestó su disposición a reforzar sus controles internos.

La reacción de la profesora: "Tengo dos hijas que mantener"

Tras conocerse la noticia de su despido, diversos medios intentaron obtener declaraciones por parte de Nicole. Lo que siguió fue un tenso encuentro entre la acusada y la prensa, captado en vídeo por una cadena televisiva.

Visiblemente alterada y con bolsas en las manos, la profesora estalló contra los reporteros, lanzando duras acusaciones:

“Ha sido porque van a quitar a todos los niños de la guardería por vuestra p** culpa. Estoy en la calle, y yo tengo dos hijas que mantener y una hipoteca que pagar”*, gritó con furia.

A pesar de su negativa a ofrecer más declaraciones, una reportera insistió en preguntarle si deseaba comentar sobre el video viral. Nicole respondió con más enojo y advirtió que llamaría a la policía si no la dejaban continuar su camino: “¡Déjenme caminar en paz!”, reclamó mientras se alejaba apresuradamente.

El caso se encuentra ahora bajo investigación judicial, con especial atención por parte de organismos de protección al menor. Las familias afectadas han exigido sanciones ejemplares y mayor supervisión en los centros de educación infantil.

La crudeza del video dejó huella en la opinión pública, no solo por el maltrato presenciado, sino también por la actitud posterior de la implicada, que no mostró arrepentimiento, sino enojo por las consecuencias que ahora enfrenta.

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