Hawái.- Tras dos meses de aparente descanso, el volcán hawaiano Kilauea volvió a entrar en erupción durante la tarde del pasado domingo (9 de septiembre). Los reportes preliminares informaron la presencia de flujos de lava confinados al fondo del cráter circundantes, dio a conocer el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

Imágenes captadas a través de webcams mostraron fisuras en la base del cráter del volcán. A través de estas se podían ver los flujos de lava que comenzaban a movilizarse hacia la parte superficial del fondo del cráter.

La Agencia de Manejo de Emergencias de Hawái escribió en X que la erupción «no representa una amenaza de lava para las comunidades«. Sin embargo, se señaló que la expulsión de partículas y gases podría generar problemas de respiración a la población expuesta, por lo que recomendaron el uso de medidas preventivas a los pobladores cercanos al volcán.

La erupción del pasado domingo fue precedida por un breve periodo de actividad sísmica y un «rápido levantamiento» de la cumbre, según el USGS. Esto provocó que la agencia estatal elevara el código de color de la aviación del volcán Kilauea de naranja a rojo mientras continúan las evaluaciones alrededor del volcán.

La más reciente actividad del volcán Kilauea se dio el pasado mes de junio. En ese entonces, la actividad volcánica provocó caída de cenizas, expulsión de gases y flujos de lava en su cráter. Hasta ahora, las erupciones de este año no han causado daños mayores. Sin embargo, el Kilauea es responsable de algunos de los desastres más grandes que ha presenciado Hawái en su historia.

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