El negociador jefe del sindicato de actores, Duncan Crabtree-Ireland, reveló que la Alianza de Productores de Cine y Televisión ofreció a los actores secundarios un pago por el derecho de escanear y usar sus imágenes en proyectos futuros de manera perpetua.

Esta propuesta generó gran preocupación, ya que los actores temen que se les prive del control sobre su imagen y que se haga mal uso de la inteligencia artificial en la industria del cine y la televisión.

Durante una conferencia de prensa, el sindicato de actores expuso cómo los estudios de Hollywood deseaban aprovechar la tecnología de IA para obtener la imagen de los actores secundarios y utilizarla sin su consentimiento ni compensación adicional.

Aunque los estudios presentaban esta propuesta como una innovación, los actores la consideraron aterradora, ya que les quitaría el control sobre su propia imagen.

La presidente de SAG, Fran Drescher, expresó que este es un momento crucial en la historia de la industria del entretenimiento, donde el modelo de negocios ha sido transformado por la transmisión digital y la inteligencia artificial.

Si los actores no se mantienen firmes en sus demandas, podrían enfrentar el peligro de ser reemplazados por máquinas y grandes empresas.

El episodio «Joan Is Awful» de la serie «Black Mirror» plantea un dilema similar al que enfrenta el sindicato de actores en la realidad.

En el episodio, la protagonista descubre que su vida ha sido convertida en un programa de televisión y su imagen es interpretada por otra persona sin su consentimiento.

Esta ficción refleja los temores que los actores tienen respecto al uso indebido de su imagen y la amenaza que representa el mal uso de la tecnología en la industria del entretenimiento.