Pinocho de Guillermo del Toro plasma un mensaje que va mucho más allá de la magia y la fantasía.

‘Pinocho’ es una de las producciones más grandes en el año para Netflix, tratándose del nuevo proyecto de Guillermo del Toro.

Esta película animada en stop-motion es la producción más larga de la historia, este cuento de hadas está cargado de frases positivas sobre el perdón y aceptar nuestras imperfecciones.

‘Pinocho’ tiene una duración de 117 minutos, poco menos de dos horas para disfrutar la nueva obra de Guillermo del Toro, quien reinventa el cuento clásico de Carlo Collodi.

Es una fábula animada, brillante en todos y cada uno de sus aspectos. Una verdadera exquisitez técnica, formal, artística y narrativa capaz de maravillar, dibujar sonrisas y romper corazones impulsada por ese indiscutible espíritu del director.

El prólogo de la cinta, en el que se condensan los años de vida de Gepetto junto a su hijo Carlo en diez minutos impecables, se alza como un deleite perfecto de lo que está por venir.

Esta introducción muestra la poderosa narrativa del filme, sienta las bases tonales y estéticas de una versión aún más sombría y pesarosa de lo que cabría esperar.

Está llena de ese espíritu que Guillermo del Toro suele darle a sus obras en un armonioso equilibrio entre el terror y la belleza, sobre todo en la manera en que fue creada esta marioneta, en complicidad con un diseño de producción arrebatador en el que personajes, escenarios y criaturas fantásticas enamoran profundamente y a primera vista.

Esta versión al inspirarse en la obra original cuenta con elementos más oscuros que podría romper con la película animada de Disney, además de ser una animación en stop motion, sin olvidar que se trata de un musical.

Las opiniones en las redes sociales elogian al director, ya que aseguran haber tenido una diversidad de sentimientos al ver la película, pasando de las risas al llanto en cuestión de segundos.

La versión de Guillermo del Toro se siente de una manera natural y profunda, ya que nos muestra que el verdadero monstruo no es aquel que es diferente, sino que muchas veces quien provoca y causa las peores atrocidades es el mismo ser humano tratando de oprimir al otro e intentando crear un orden especifico bajo su propio juicio, como lo son la política y la religión, 2 instituciones que Guillermo del Toro ha explorado a través de su filmografía.

También podría interesarte: Elden Ring se lleva el premio al Juego del Año en TGA 2022